jueves

Está loco, loco, loco

- Doctor... vengo porque me duele el pene... hace un tiempo ya...
- A ver, bajese los pantalones y recuéstese.... hmm, aquí no hay nada... veamos los testículos... hmm, señor acá está todo bien.
- ¿Está seguro? pero me duele mucho, sobre todo cuando me voy a dormir solo... ¿revisó bien?
- Sí. Tal vez lo que le molesta es el sexo, puedo recomendarle un buen psicólogo.
- ¡Ni en pedo! ¡no pienso ir a acostarme ahí a que un tipo me manosee la infancia!

miércoles


¡Pleito, pleito! ¡pelea, pelea! ¡sangre, sangre!
Guerra egocéntrica: mano a mano de yos.
Guerra geocéntrica: en plena calle.
Guerra telecéntrica, en plena pantalla.

repite-pite el yo-cronista:

<< En vivo desde el centro de la periferia, se desató hoy por la tarde una lucha entre dos egos. Para distinguirlos yo me pararé del lado de Yo n°1. (No por nada, sino que fue quien hace instantes resultó vencedor). Entonces Otro será el yo-perdedor.

Llegando tarde para dar cuenta de los motivos de la pelea, del reto a duelo y demás detalles, el yo-cronista –mañana desocupado– relata a todos-cámara sólo lo visto sin añadir juicio-propio:

 >> …Por lo que pude apreciar, primero atacó Yo con un gancho cruzado a lo yo-Bonavena y con cara de asco estrelló sus nudillos en la nariz de Otro. Gotas de inseguridad comenzaron a brotar de su pómulo. Sin embargo, y aprovechando el envión, Otro rebotó contra el suelo del bajo autoestima y estampó un puño de vieja-anécdota-humillante en el ojo de Yo, que se hinchaba de impotencia.

'Porque el Pasado no está pisado –nos señalaría luego Yo– ni siquiera está a la altura del pie, sino que lo tengo bien clavado entre cejas, al punto de no poder usar desde aquella vez ni anteojos ni sombrero. Y ya es esperable para mí ojo que en cada pelea aparezca ese zarpazo repetitivo seguido del filo del Pasado que, cortante, desgárrame el párpado del remordimiento.'

>> A todo esto la ya formada nosotros-tribuna agitaba desde la suma de sus yo-bunker. Aullaban, expectantes del destrozo que se gestaba frente a sus cachetes. Doble victoria para ellos:
1- Salpicaduras de degradación y pudor encienden sus autoestimas y se sienten avanzar tres casilleros en la vida.
2- Chupasangres de la masacre, realizan notas mentales, cargándose de argumentos-municiones para ametrallar cuando llegue el día de estar en el frente de batalla contra Yo, o contra Otro, o contra ambos.

>> Volviendo al punto de mi vista, pude apreciar luego a Yo tirar una patada con alevosía  que impactó directo en el labio de Otro, haciendo que su discurso quede encastrado entre los dientes rotos. Acto seguido, la contradicción roja saltó a borbotones manchando las yo-caras del nosotros-público que pedía más y succionaba y se reía del ensañamiento y la desnudez de los yos.

>> Finalmente, a las 19.41, totalmente agotados, ambos yos caen, pero sin llorar (porque ‘llorar es perder y no sé yo-ra aunque lo anhele con todo el mío-alma’ —declararía Yo minutos más tarde).

>> La vereda quedó cubierta de contradicciones-tripas y vergüenza-sangre por todos lados. Los cuerpos, despatarrados de dolor interno, quedaron inmóviles.

>> Re depente Yo se levantó. Apenas, débil. En principio elevó la vista nomás, pero al ver a Otro aún más frágil, se activó en él una especie de orgullo-fénix regenerador de yos. Pronto, Yo estaba como nuevo y escondió rápido su Pasado en el suyo-culo lejos de los demás. Se sacudió orgullecido los insultos-mugre y después pateó simpáticamente la ingle de Otro. El público se había dispersado hace rato, satisfecho.


Algo se omite: un yo acaba de morir, pero ¿qué es eso desde el yo-mío punto de mi vista?


>>volvemos a nosotros-estudios >>