miércoles

por no co

El acné, el acné me está matando. Tengo 21, los granos se fueron, pero el acné sigue ahí. Y no son sólo manchones rojos con minas albiamarillentas a punto de reventar, el acné es mucho más. Es todo un proceso, es un estilo de vida: de exposición y ocultamiento, publicidad y privacidad, de inseguridad y de seguridad, y de dolor y placer (no creo que sea necesario explicar en qué momento se da cada actitud, un acnoso lo sabe muy bien).
Y los granos se van con el tiempo, pero toda la batería de sensaciones que genera perduran, se naturalizan, y eso es justamente lo que me está haciendo mierda. Yo creo que los granos se ramifican para adentro, y le inflaman y le estallan en el alma a uno y no hay cremita que te salve o camufle.

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